Para la elaboración de techos curvos o arcotecho para espacios como de almacenamiento agrícola, graneros y obras públicas, se utiliza como materia prima la lámina pintro en rollo de 3’ en calibre 20, 22 o 24, gracias a su calidad y resistencia que posibilita su deformación para conseguir su forma curva sin sufrir daños estructurales. Su fabricación comienza con la técnica de enrollado conocido como tren de laminación que permite doblar las láminas metálicas en la forma deseada. Durante el proceso de rolado se produce una curvatura máxima de 360 grados. En el caso del acero, se pueden calentar antes de laminar para promover un efecto elástico.
El arcotecho es un techo curvo que se fabrica directamente en el lugar de la obra, mediante una roladora especial, para obtener su forma curveada de la lámina acanalada. Por su parte, para poder conseguir la estructura del arco se requiere contar con tres medidas; el Tramo, que consiste en la distancia entre los dos bordes del arco que atraviesan el centro de la hoja. Como segunda medida se encuentra la elevación que es la altura del arco en el punto central del tramo hasta el punto más alto del arco. Por último, se trata del el arco es la medida a lo largo del lomo de la hoja.
La lámina para arcotecho se fabrica con arcos auto-soportantes de una sola pieza, que pueden cubrir claros de hasta 35 metros. Se trata de una cubierta metálica acanalada la cual es fácil de instalar, además de que se destaca por ser resistente, liviana y por su poder de impermeabilización funcional. Asimismo, debido a sus características físicas cuenta con un nivel de desagüe excepcional ante climas extremos lluviosos.